Escrito por: Francisco Segovia
New York, 15 de julio, Tribuna Abierta.
Esto ocurrió en Comalcalco, Tabasco, la familia sintió que algo se movía en su colchón, y decidieron al día siguiente verificar qué es lo que se movía en su colchón, descubrieron cientos de víboras pequeñas y varias víboras de tamaño adulto. Allí vivían, y ellos dormían encima de serpientes corales, estas serpientes corales son sumamente venenosas y solamente se dieron cuenta después de casi un mes en que comenzaron a sentir los movimientos. Su colchón era el nido perfecto para estas víboras coral o coralito, el efecto venenoso de estas víboras es neurotóxico, afecta principalmente al sistema nervioso.
